Y lo admito, me he vuelto humana. Porque sólo el ser humano puede cambiar al borde del precipio... Y sólo una humana tan masoquista puede amarte tanto.

martes, 7 de junio de 2011

El sueño de la razón produce monstruos.


Desde hace miles de años, los filósofos han dividido el mundo en dos: hacían distinción entre mundo sensible, en el que se encuentran los objetos que usamos y vemos a diario, y el mundo inteligible, al cual se han atribuido las ideas, los conceptos de los objetos del mundo sensible.
Esta teoría dualista puede adaptarse también al ser humano, al que se atribuye una parte sensible, que se identifica con los sentidos y las emociones, y una parte inteligible, relacionada con la razón y la lógica.

Para un correcto equilibrio entre factores, el ser humano ha tenido que escoger en cada momento lo que más le conviene, utilizando en su justa medida la razón y los sentidos. Esto se conoce como virtud, y es una de las cualidades más apreciadas del hombre: ser capaz de escoger el punto medio entre extremos, sin caer en ellos, que son los llamados vicios; estos deben ser evitados a toda costa.

A su vez, encontramos esta división platónica dentro de la Historia del Arte. Una de las obras que más se adapta a ello es el ‘’Entierro del Conde de Orgaz’’, en el cual se distinguen dos niveles: el terrenal en la parte inferior (mundo sensible) y la celestial en la parte superior (mundo inteligible). Los personajes de la parte inferior se representan en un plano casi horizontal, en el que no destacan los unos sobre los otros, dando a entender la igualdad que existe entre hombres y sus semejantes.

Dentro del análisis formal de este grabado, podemos decir que el pintor (figura principal) cae rendido sobre su mesa, indicando cómo la razón libera sus fantasmas durante el sueño a través del subconsciente. También se puede aludir al deseo del artista por destacar el poder de la razón sobre la ignorancia.
Siempre se ha considerado que el hombre debe hacer más caso a su parte racional, por creer que la decadencia de la sociedad está provocada y corrompida por los sentidos. De la misma forma que el vulcaniano Spock, personaje de Star Trek, representa la racionalidad sin pasiones. Podríamos decir que se trata de una inteligencia superior si atendemos a razones meramente racionales, pero es tan malo no saber controlar las emociones como carecer de ellas.


(Está sin terminar, lo siento.)

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